POR AMOR AL CARNAVAL.

Nunca antes se había interesado por esta gran fiesta, es más, le daba igual, eran de las fiestas que menos le gustaba, pero por suerte un buen día se enamoró y enamoró a la chica que mas disfrutaba con el carnaval. 

Esa chica que desde antes de saber caminar ya se disfrazaba, ya que su padre era el fundador de una comparsa y le había inculcado esos valores desde bien pequeña. Era una chica que vivía con mucha intensidad el carnaval año tras año y cada año que pasaba con más fuerza y ganas que el anterior. Era la mejor época del año para ella, donde daba el cien por cien de sí misma y el lugar donde se evadía de la realidad, se podría decir que era un sentimiento único.

Él, como ya sabemos, no era una persona carnavalera, pero bendito día que la conoció a ella y le confesó lo que pensaba del carnaval. Fue entonces cuando ésta se limitó a decirle que no le gustaba porque nunca lo había vivido desde dentro de su comparsa y él le prometió hacerlo. Ahí fue cuando pudo darse cuenta con el único carnaval que pudo vivir a su lado, que ella lo vivía, lo vive y vivirá. Y digo esto porque no tuvo más tiempo para poder vivirlo  con ella, porque un día sin más dejó un vacío, un vacío que dejó mucho dolor a todos, especialmente aquellas personas más cercanas y sobre todo a él. 

Duro golpe del que le costó salir, porque todo le recordaba a ella, no se explicaba como podía haber pasado aquello, pero lo que si tuvo claro es que lo prometido lo cumpliría.

 Así fue como, un año mas tarde, después de los muchos kilómetros a la espalda, de ensayos y ampollas en los dedos por hacerse con el mejor sitio, lo consiguieron, un primer premio en el gran desfile. Todo lo hizo por ella y por no subestimar su magia y la del carnaval.

Desde entonces, siempre "Va por ella".